Me quedé estático
como las regias montañas,
como el lustroso sol sin meditar
su tiempo para vivir, sin pensar
su talla para cobijarse
del estrago que forjamos tú y yo.
Inmóvil hombre pensante
en su maquillaje y luciente cuerpo
más dinero prendido
en apiñar un cúmulo de riqueza
en muscular de la tierra indefensa,
y aún estático soy, hasta la muerte.
Sucumbe la tristeza,
amanece el día acostado
como las regias montañas,
como el lustroso sol sin meditar
su tiempo para vivir, sin pensar
su talla para cobijarse
del estrago que forjamos tú y yo.
Inmóvil hombre pensante
en su maquillaje y luciente cuerpo
más dinero prendido
en apiñar un cúmulo de riqueza
en muscular de la tierra indefensa,
y aún estático soy, hasta la muerte.
Sucumbe la tristeza,
amanece el día acostado
con el sol brillante,
concibiendo nuevos rayos,
nuevas esperanzas,
concibiendo nuevos rayos,
nuevas esperanzas,
hombre inicia una nueva vida
como el matrimonio
como el matrimonio
como tus nuevas uñas,
como las tiernas cañas.
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