Pasé un instante en la rivera,
encontré el lugar
que me incita para habitar
encontré el lugar
que me incita para habitar
entre los árboles y entre las ramas
de la corriente de agua veloz.
Repleto el instante de miedo
cuando te divisé
que te atropellaba la sequedad
en aquella fecha plasmada en el rostro
de las piedras pintadas por el agua.
Prorrumpía llanto irrefrenable
en la rivera del profundo pozo,
por habitantes inconscientes,
ya que las lágrimas de las montañas
emergían involuntariamente
para abstener la sed de los vegetales.
Regresaste minutos después
con serenidad y placentero
sonriendo por los llorosos;
¡ah! y plantas serenas,
berros meciéndose por tu
móvil aliento sobre las piedras.
Razón de la sequedad
de tus lágrimas por no loarte
en las noches olvidables
del ayer.
Que esteta la corriente del río
chochándose con algas, berros;
y libélulas, mariposas reposándose
un rato en las hojas verdes de flores.
Ay Río San Juan
tus lágrimas frías
para un refresco de la vida.
te veo venir con burbujas
ahora te digo salpícame
con el rocío de tus lágrimas
con amor y ternura.
Repleto el instante de miedo
cuando te divisé
que te atropellaba la sequedad
en aquella fecha plasmada en el rostro
de las piedras pintadas por el agua.
Prorrumpía llanto irrefrenable
en la rivera del profundo pozo,
por habitantes inconscientes,
ya que las lágrimas de las montañas
emergían involuntariamente
para abstener la sed de los vegetales.
Regresaste minutos después
con serenidad y placentero
sonriendo por los llorosos;
¡ah! y plantas serenas,
berros meciéndose por tu
móvil aliento sobre las piedras.
Razón de la sequedad
de tus lágrimas por no loarte
en las noches olvidables
del ayer.
Que esteta la corriente del río
chochándose con algas, berros;
y libélulas, mariposas reposándose
un rato en las hojas verdes de flores.
Ay Río San Juan
tus lágrimas frías
para un refresco de la vida.
te veo venir con burbujas
ahora te digo salpícame
con el rocío de tus lágrimas
con amor y ternura.
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